Después de un descanso, arrancamos el año con un invierno muy suave (de momento), con buenas temperaturas para la época y con poca precipitación, lo que nos permite, en las horas centrales del día, pedalear casi como si fuese verano, y exponer la piel al sol en estos días con pocas horas de luz, en los que tanto necesitamos la vitamina D que nos ayuda a mantenernos activos y con energía.
Anímate a sacar la bici aunque sea solo el ratito que sale el sol, lo agradecerás. Si tienes miedo a quedarte frío después de haber sudado por el esfuerzo, prueba una e-Bike, con la que podrás ir midiendo y controlando tu nivel de transpiración, gracias a que te permitirá realizar el esfuerzo deseado, no más, y tampoco menos. En menos de 60 días, entra la primavera, y tienes que ir preparando tu próximo aventura, tu próximo viaje a ritmo de pedal.