Si estás pensando en recorrer el Camino de Santiago en octubre y no tienes bici propia, no te preocupes: con un poco de planificación y los consejos adecuados, tu aventura puede ser inolvidable.

1. Elige la bici adecuada

Una bici de montaña es lo más adecuado, ya que encontrarás todo tipo de terrenos, y es importante que la bici sea polivalente y se adapte a todos ellos, senderos de tierra, caminos pedregosos, barro, asfalto, grava, y todo lo que te puedas imaginar, incluyendo aceras, pasos de peatones, semáforos, escaleras al cruzar las ciudades o pueblos grandes. Por otro lado, una e-Bike es perfecta para quienes no están acostumbrados a largas distancias. La asistencia eléctrica te ayudará a superar cuestas y tramos exigentes, manteniendo un ritmo cómodo durante todo el día. Asegúrate de que el tamaño de la bici sea correcto y de llevar casco, luces y alforjas para tus pertenencias.

2. Planifica etapas realistas

En octubre los días son más cortos, así que calcula rutas de 50–70 km diarios, según tu forma física. Decide si quieres comenzar desde León o Ponferrada por el Camino Francés en el interior, o desde Gijón o Avilés por la costa cantábrica, y reserva alojamientos con antelación, especialmente en pueblos pequeños.

3. Viste y equipa tu viaje

Lleva ropa en capas, impermeable y cortavientos. El tiempo en octubre puede ser fresco y lluvioso, pero con la ropa adecuada podrás disfrutar del Camino sin preocupaciones. No olvides agua y algo de comer por si te da la pájara!

4. Seguridad y mantenimiento

Antes de salir, revisa frenos, cambios y batería de la bici. Llevar un cargador portátil es imprescindible, y no olvidar cargar durante la noche. No abuses de la asistencia eléctrica para no agotar la batería, aunque siempre puedes recargar de nuevo en algún lugar donde pares a comer o a tomar algo. Infórmate de las tareas más básicas de mantenimiento y de las reparaciones simples más comunes, para estar preparado ante improvistos.

5. Disfruta del viaje a tu ritmo

El Camino es tanto físico como mental. No te compares con otros peregrinos; con una eBike puedes adaptar tu ritmo y centrarte en disfrutar de los paisajes, pueblos y cultura. Recuerda que lo importante es vivir la experiencia, no solo llegar a Santiago.